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¿Se ha de ser un Van Gogh en la cocina para ser feliz?

Santi Grimau 5 mayo 2024 6 comentarios

¿Se ha de ser un Van Gogh en la cocina para ser feliz?

¡Que se preparen los terapeutas! Pronto tendrán mucho trabajo. ¿Por qué un cocinero tiene que ser un artista para sentirse realizado y no basta con que sea un buen profesional que cocine bien?

Antes bastaba con procurar que el negocio fuera rentable. Hoy en día, en cambio, todos los nuevos cocineros no se sienten realizados si no tienen un restaurante reconocido y valorado, si no se les considera artistas en su oficio, si no tienen cientos de miles de seguidores en Instagram o en X. ¿Se ha de ser un Van Gogh en la cocina para ser feliz? ¿No basta con ser un buen pintor de paredes? ¿No basta con hacer un buen menú del día con propuestas saludables y productos de proximidad a un precio razonable? Es que, claro, puede que sea más difícil cumplir con esta segunda opción que crear una carta complicada y retorcida, fusionando cocinas y empleando productos con nombres imposibles de recordar. Sin embargo, esta segunda opción permite inflar el precio del plato, como nadie lo entiende, y es “un plato de autor”, seguramente copiado de algún otro iluminado, entonces se puede cobrar más caro. En cambio, si haces unos maravillosos callos o un simple fricandó, no se te ocurra cobrar más que el vecino, por muy bueno que sea. Ahora bien, si a los callos o al fricandó le rallas un poco de trufa o lo trabajas con topinambour que suena muy exótico, entonces ya le puedes añadir unos cuantos euros más.

Como decía al comienzo, antes bastaba con procurar que el negocio fuera rentable y ahora no. ¡Cuidado con los aspirantes a artistas! Noma cerró porque era inviable económicamente, y eso que ha sido considerado 5 veces el mejor restaurante del mundo según The World’s 50 Best Restaurants, con un menú de 470€ sin vinos y con una lista de espera de 6 meses y, aun así, tuvo que cerrar. El Bulli, tardó muchos años en conseguir beneficios, si es que los llegó a conseguir. Otros muchos 3 estrellas subsisten bajo el paraguas de un gran hotel.

Así que ¡cuidado aspirantes a Picasso! pensadlo bien. Porque si os ponéis el listón muy alto y no llegáis, os sentiréis mediocres y frustrados, entonces necesitaréis la ayuda de un terapeuta. Casi que os marquéis como nivel de éxito cocinar bien, como pinta bien un pintor de brocha gorda. Por lo menos os sentiréis orgullosos de vuestro trabajo y puede que el negocio os vaya mejor. Y si no lo veis claro, cambiad de oficio, estudiad la carrera de psicología que pronto harán falta muchos.

6 comentarios

  1. Mónica Grimau

    Completament d’acord amb tu! 👏🏼👏🏼👏🏼

    “Lasclavao” 👌🏼 Chapeau 😜

  2. Allan Robert Paton

    Cooool thanks

  3. Clara Reyes

    Bravo, malauradament una gran realitat i una informació molt important a compartir. No coneixem tota la realitat.

  4. Manel

    Joder Santi cuanta razón tienes… demasiados aspirantes a Picaso… yo ya mismo voy abrir una clinica-franquicia de terapeutas!!!

  5. Teresa Martorell

    Aiiiii ja tens raó ja… Picaso només n’hi ha hagut un a la historia i de Van Gogh també!!!

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