Hablemos de premios
Hablemos de premios y guías y reconocimientos: Guía Michelin, Repsol, Gault & Millau, guía Peñin, Balón de oro, Eurovisión, los Oscars, The World’s 50 Best Restaurants, todos ellos premios, distinciones, reconocimientos, en muchos casos el ser o no ser que puede determinar el futuro de mucha gente y generar un punto de inflexión en sus carreras y profesiones.
A diferencia de los concursos y torneos en los cuales los unos compiten contra los otros y suele haber un merecido ganador, los premios y reconocimientos son adjudicados por un jurado electo – puesto a dedo – que, avalados por un supuesto contrastado criterio, dan su valoración sobre temas que presuntamente son expertos. Lo que viene a resumir que el resultado, es decir el veredicto, es como menos opinable. Hoy he tenido el placer de ver y escuchar una entrevista que TVE le ha hecho a David Fernández, actor de comedia que representó a España en la Eurovisión del año 2008 con el personaje Rodolfo Chikilicuatre. Pues, el bueno de David ha dicho una gran verdad respecto a los rankings que se suele hacer comparando los mejores entre los mejores de una misma disciplina. Su repuesta a la típica pregunta de ¿quién es mejor? ¿Picasso o Dalí? ¿Police o Queen’s? ¿Beethoven o Mozart? David responde: “el mejor es el que te gusta más a ti”. Y es verdad, al final estas listas o clasificaciones sólo sirven para dar más alas a la industria que vive de ello.
No entraremos en discutir si fulanito es merecedor o no del balón de oro, o si zutano es el mejor tenista de la historia, ya que en estas decisiones influyen datos precisos y estadísticas, como son los goles, las asistencias y los éxitos con sus respectivos clubes o selecciones en el caso del fútbol, o los torneos del Grand Slam y las semanas en el número 1 del ATP en el caso del tenis. Pero sí puede dar pie a debate o polémica cuando se trata de opinar sobre si tal canción es merecedora de ganar Eurovisión o tal actor o actriz de recibir un Oscar, donde intervienen frecuentemente desde influencias de la propia institución, presiones políticas hasta intereses geopolíticos.
Visto lo visto ¿qué valor le podemos dar a los premios gastronómicos? Vayamos paso a paso. En primer lugar, quiero expresar mi total acuerdo por el premio otorgado por The World’s 50 Best Restaurants a los chefs Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas, eligiendo a Disfrutar como el mejor restaurante del mundo en 2024. Mis más sinceras felicitaciones porque si un restaurante ha de serlo, ellos se lo tienen muy merecido. Al fin y al cabo, en cierto modo ya fueron galardonados – eran los lugartenientes de Ferran Adrià – cuando el Bulli fue escogido mejor restaurante del mundo en los años 2002, 2006, 2007, 2008 y 2009. Y viendo, hoy en día, las creaciones que están ofreciendo en su menú degustación, no creo que nadie dude de que son dignos acreedores de tal honor.
También, quisiera añadir que a nivel personal y a razón de conocerlos personalmente como proveedor de foie gras que soy de su restaurante desde hace 9 años, me conmueve y enorgullece enormemente ver que aun habiendo tocado los cielos gastronómicos y, habiendo compartido mesa con los dioses del Olimpo degustando ambrosía y bebiendo néctar, no han renunciado a su forma de ser; siguen siendo los mismos tres amigos, sencillos, amables y muy buena gente. Y esto en el mundo gastronómico se valora y aprecia mucho porque no suele ser habitual.
Ahora bien, cerrado el paréntesis, pensemos: 100 restaurantes escogidos, por no sabemos cuántos jueces, son considerado los mejores del mundo en una lista que los clasifica del 1 al 100. Seguimos pensando: para que un juez-inspector pueda emitir una valoración mínimamente fehaciente necesitaría visitarlos a todos al menos un par de ocasiones, no digamos tres que me parecería más correcto. Si además este mismo juez también ha tenido que visitar a los que han quedado fuera de la lista, que no sabemos cuántos son, tendría que haber ingerido la locura de no menos de 400, 500 o más menús degustaciones a lo largo del año; a mí me parece francamente imposible. Además de que me parecería económicamente inviable, dudo que San Pellegrino & Acqua Panna sufrague tanto tránsito aéreo. Podrían argumentar que no, que no es exactamente así, que no todos los jueces viajan por todo el globo terráqueo degustando menús. Que en lugar de eso organizan equipos de inspectores por zonas, la zona sudamericana, la europea, la del medio oriente, la sudeste asiático, la africana, la norteamericana, etc., y que un día se reúnen todos juntos a debatir, donde lógicamente cada uno defenderá sus restaurantes escogidos ¿cómo pueden llegar a un acuerdo si cada juez aporta sus valoraciones en base exclusivamente a las apreciaciones obtenidas en sus visitas?>/p>
Vamos a complicarlo todavía más: las incongruencias. Todos los que estamos un poco al día de la actualidad gastronómica en España sabemos que restaurantes como el Cenador de Amos en Cantabria, Atrio en Cáceres, Martín Berasategui en Lasarte, Noor en Córdoba, Los hermanos Torres en Barcelona y otros que atesoran 3 estrellas Michelin algunos desde hace décadas, son considerados templos de la gastronomía, restaurantes de culto, pero resulta que nos los encontramos en posiciones clasificatorias muy discretas en la lista de los 50’s o directamente ni están. Pero es que en Francia pasa lo mismo o todavía más grave: Michel Guérard, mítico cocinero que con 91 años posee el récord de mantener durante 47 años las tres estrellas Michelin, no está en la lista. Cuesta dar credibilidad ¿Verdad?
Al final, estas listas, estos premios, serán siempre motivo de controversias. Llegar a saber qué restaurantes son mejores que otros es complicado, depende de muchos factores. Lo que sí que podemos llegar a saber es qué restaurantes son los mejores de cada país, en base criterios publicados en guías como: Michelin, Repsol o Macarfi, cuyos inspectores viajan durante todo el año visitando establecimientos tomando apuntes y valoraciones que determinan si éstos son meritorios de ser incluidos en sus guías.
Al final, David tenía razón en su enunciado de quién es el mejor: “El mejor es el que más te gusta a ti de entre los que conoces”.
Teresa Martorell
Molt interessant, mai m’hi havia parat a pensar. I sense ser experta en el tema, molt d’acord amb el que diu en David.
Miquel
DE LOS PREMIOS!! – dile al chilikicatre!!
Que el mejor vino es el tinto de verano en Casa Antonio.
El Rafa.
Rafa
DE LOS PREMIOS!! – dile al chilikicatre!!
Que el mejor vino es el tinto de verano en Casa Antonio.
El Rafa.